AFTERMATH

junio 19, 2006

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Canción Favorita: Under My Thumb

1) Mother’s Little Helper 2) Stupid Girl 3) Lady Jane 4) Under My Thumb 5) Doncha Bother Me 6) Going Home 7) Flight 505 8) High And Dry 9) Out Of Time 10) It’s Not Easy 11) I Am Waiting 12) Take It Or Leave It 13) Think 14) What To Do.

1966: En este año se editaron discos cruciales para el desarrollo del rock. Revolver, Blonde On Blonde, Freak Out!, Pet Sounds, el debut de los Airplane, se podría decir que fue el primer año en que los álbumes de rock fueron más importantes que los singles, para la evolución de la nueva música (que ya no era tan nueva.) Los Stones no podían quedar al margen de esto y ese año ve la luz Aftermath, su mejor disco a esa fecha y el primero compuesto íntegramente de temas Jagger-Richards.

Pienso que este álbum en la actualidad está muy infravalorado, ya que cuando se hacen polls sobre los mejores discos de la banda generalmente ocupa el séptimo u octavo puesto. Y es probable que sea el mejor después de los cuatro grandes. Me gusta más que cualquiera de sus entregas post-Exile y en general se lo considera superior a Between The Buttons y Their Satanic Majesties Request. ¿Por qué no se le da su merecido quinto puesto entre los álbumes de estudio entonces? Que hace que la gente prefiera Some Girls o Tatoo You? Probablemente la razón sea que la edición que hoy conocemos en su gran mayoría es la estadounidense, que deja afuera 4 temas (dos de ellos geniales) e incorpora Paint It, Black. Por supuesto éste último es un temazo absoluto pero 4 a 1 no es una buena proporción, sin contar con que Out Of Time y Mother’s Little Helper (dos de los reemplazados) están muy cerca de esa canción en términos de calidad , quizá en el mismo nivel. Para mi revisión yo me baso exclusivamente en la versión inglesa que fue como la banda concibió este trabajo, como ellos lo crearon en su momento. Pero ya que Paint It, Black quedó indisolublemente unido al álbum también lo voy a incluir en el comentario.

Creo que aunque no seas fan de los Stones o aunque nunca hayas escuchado un disco sí escuchaste Paint It, Black, sobre todo si viste la miniserie NAM donde este tema servía de apertura. Y estoy casi seguro que te gusta también. La canción abre con el riff principal, tocado en una acústica y con tintes de Oriente (quién no reconoce ese riff???). Después se escuchan los batacazos de Charlie y el tema inunda nuestros sentidos con un ritmo árabe marchoso mientras Jagger entona la melodía del tema , contándonos de su oscuridad. Brian Jones lo acompaña con la cítara hasta que los versos orientales dan paso al estallido de la banda en el estribillo, con magníficas guitarras y coros de Richards. Esa estructura se repite a lo largo de todo el tema, transmitiéndonos una sensación de urgencia sombría, que se acentúa en la coda donde la banda se concentra en ese maléfico riff y en ese ritmo de fiesta pagana , Jagger nos dice que quiere ver el sol caer del cielo y Bill Wyman recorre todo el diapasón de su bajo para crear ese efecto de devastación. Excelente canción y un merecido clásico. Es una lástima que la banda no la interprete tan seguido en vivo, siendo que este tema identifica a los Stones tanto como Satisfaction. En Inglaterra se editó como single después de la salida de Aftermath y llegó al número 1.

En cuanto al disco en sí, tenemos 14 canciones donde podemos encontrar de todo. Al menos, todos los estilos que los Stones interpretaban por entonces y algunas sorpresas, como una balada renacentista y un tema de 11 minutos. Pop, blues, country, rock , soul vistos a través de la óptica stone. Es de destacar el aporte de Brian Jones en éste álbum, probablemente sea su mejor trabajo en la banda. No ya como guitarrista, ya que ese rol estaba prácticamente confiado a Keith casi en su totalidad (aunque suenan algunos slides por ahí tocados por Brian) , pero sí como proveedor de instrumentos exóticos, dándole otro color a las canciones. Cítaras (que aprendió a tocar con su amigo George Harrison) , marimbas, dulcimer, armónica por supuesto, teclados y percusiones varias. El tipo, al que no se le permitía contribuir con canciones, expresaba su creatividad dominando cualquier instrumento que se le pusiera enfrente. Y es en este Lp donde empieza a explotar esa faceta con resultados sobresalientes. Un capo, sin duda. Vamos a las canciones.

El álbum comienza con un tema muy emparentado con Paint It, Black aunque la temática sea distinta. Mother’s Little Helper comparte con la canción mencionada el uso de la cítara, un ritmo de marcha y un riff de características orientales. Pero aquí Mick canta sobre las pastillas que toman algunas amas de casas para sobrellevar la presión y el tedio de la vida cotidiana. De todas las canciones que se refieren a mujeres en este disco, ésta y Lady Jane son las que las tratan con más cariño, ya que Jagger no acusa a las madres de tomar esas pastillas sino que en la letra parece comprenderlas. El estribillo es emblemático : «Doctor please, some more of this/ Outside the door, she took four more» (Doctor por favor, algo más de esto/ Detrás de la puerta, ella tomó cuatro más). No sé cuantas madres consumirían estas pastillas a mediados de los 60, pero el tema tiene pretensiones de crónica social. La melodía es perfecta y pegadiza, sobre todo en ese estribillo, y el riff es genial. Otro clásico para comenzar el álbum.

La segunda canción es Stupid Girl. En esta ocasión Mick ya no es tan comprensivo y se dedica a tirarle palos a esa chica estúpida que no se conoce ni a ella misma, y que probablemente esté dedicada a muchas chicas que la banda tuvo oportunidad de conocer, más que a una en particular. Musicalmente el tema es britpop puro, con una brillante performance de Wyman en el bajo (otro de los puntos fuertes de este disco, Bill se destaca en casi todas las canciones), buen acompañamiento rítmico de la batería y un saltarín órgano de fondo. Me hace acordar a las canciones «poppy» del primer disco de los Doors. Lo mejor está en el middle eight , con una parte cantada la primera vez (Well, I’m sick and tired…) y un solo en la segunda mientras la banda hace coritos bien poperos. Genial.

Lady Jane es una de las agradables sorpresas que nos regala este disco. La soñadora introducción de guitarra nos transporta a los tiempos de la reina Isabel. El dulcimer de Brian empieza a sonar tocando unos acordes celestiales y Jagger entona una de las melodías más preciosas que la banda grabó. La letra habla sobre la devoción hacia dos mujeres y tiene veladas referencias a la vagina. Pero es la música bellísima lo que constituye lo mejor de esta canción, en especial el intermedio instrumental donde sobre la base de clavicordio vuelve a sonar ese dulcimer tan maravillosamente ejecutado por el rubio de los Stones. Uno no espera encontrar un madrigal del siglo XVI en un álbum de ésta banda , pero ahí está, demostrándonos la increíble versatilidad de estos tipos. Una gema, el tema que les encanta a las mamás y a las novias, bueno, y a nosotros también.

La canción que sigue es todavía mejor, Under My Thumb. Empieza con un misterioso riff de ¡marimbas! tocado nuevamente por el virtuoso Jones, al que acompañan la guitarra de Richards marcando el ritmo y otra espectacular línea de bajo cortesía de Mr. Wyman. Jagger entra cantando sobre como tiene a su mujer dominada después de haber sido un macho oprimido (los grupos feministas señalan a Aftermath en general y a éste tema en particular como la principal prueba de la misoginia de los Stones). La línea vocal se repite una y otra vez pero el groove que crean la combinación del bajo, las marimbas , el rítmico piano y los yeites «chuckberrísticos»(increíblemente efectivos) de Keith te mantienen atrapado todo el tiempo. El efecto es casi hipnótico, sexy, y a la vez muy bailable. La banda maneja los climas a la perfección, deteniéndose a veces, dejando sólo la mínima instrumentación y volviendo a empezar cuando Jagger arremete con «It’s down on me…» El tema suena más maduro que el resto del disco, podría haber sido grabado años después e incluído en alguno de los álbumes posteriores sin desentonar. Tal es así que interpretado en el setlist de la gira americana de 1969 parecía ser una de las canciones nuevas que estaban presentando en lugar de un oldie. Su intensidad era la misma que, por ejemplo, la de Midnight Rambler o Jumpin’ Jack Flash. Y dicho sea de paso, los acordes son los mismos de Gimmie Shelter. Uno de los grandes clásicos de los Rolling, que actualmente debería ser tenido mucho más en cuenta (en primer lugar, por la propia banda) y el candidato más seguro a mejor canción del disco.

Unos ruidos de pasos nos introducen a Doncha Bother Me que continúa la fiesta en la forma de un agradable blues rápido, con un muy buen trabajo en las guitarras, slide a cargo del blondo Brian y rítmicas en las manos de Keith. Aquí es donde mucha gente dice que el Lp empieza a decaer pero yo no siento para nada eso. Este tema es muy disfrutable y nos recuerda que en 1966 los Stones seguían siendo la mejor banda blues del mundo. Especialmente destacable es el solo de armónica del medio, con un sonido que sólo Jones podía sacarle a ese instrumento.

Si te quedaste con ganas de más blues después de escuchar la pista anterior, ahora te vas a saciar. Porque Goin’ Home, sin duda lo más controvertido del disco, nos ofrece 11 minutos de esa música, pero en el interín el grupo se las arregla para sugerir otros estilos, ofreciendo una gran variedad de climas a través de su desarrollo. 1966 fue también el año de la experimentación , y la banda la lleva a cabo en este extensísimo tema haciendo lo que mejor sabe, y se asegura de mantener tu atención en semejante duración introduciendo todas las variantes que les sean posibles. Lo logran? En mi caso sí. Me atrapa. Porque después de los tres minutos iniciales en que escuchamos un blues con una melodía juguetona y muy pegadiza (el tema ya sería bueno si terminara ahí), los cinco músicos se internan en un tour de force que suena a veces muy relajado, con sutiles acordes de piano en el fondo y las escobillas de Charlie como toda percusión, para acelerar a posteriori llevados por un propulsante bajo y la guitarra de Richards machacando el cerebro, otras veces suena a soul y otras a psicodelia, como cuando a los 8 minutos Keith saca un riff hindú de la galera y Jagger lo imita con la voz. Más allá de las contribuciones mencionadas de Richards, las verdaderas estrellas son la voz de Mick y el bajo de Bill , ya que ellos son los que le indican a los demás todo el tiempo adónde dirigirse, Mick cambiando en todo momento la entonación, probando melodías nuevas y Wyman liberando su creatividad para darle a Jagger la estructura que necesita en cada situación. Una muestra de genialidad de principio a fin y más si consideramos que el tema se grabó en una sola toma, en medio de una fiesta. No podría decir que es lo mejor de este disco (sólo porque hay mucha competencia) pero sin duda es el tema más interesante.

Abriendo el lado B en lo que sería el viejo vinilo, nos recibe el piano de Ian Stewart interpretando un fantástico boogie woogie (otra característica de Aftermath es que hay espacio para que se luzcan todos los músicos). Cuando ya estás copado con lo que suena, el boogie finaliza con una referencia al riff de Satisfaction y entra toda la banda con Flight 505, el primer rock and roll puro del álbum. La letra, cantada sobre una jocosa melodía, nos cuenta sobre un tipo que le tiene miedo a volar y que termina abordando este avión que se estrella en el mar. El bajo fuzz de Bill Wyman al final de cada verso es una delicia, inyectando mucha fuerza en el ritmo antes del pegadizo estribillo. El tema más divertido.

High And Dry se adelanta 2 años a Beggar’s Banquet con un ritmo country, sostenido por el platillo de Charlie y las guitarras acústicas. Esta canción, aunque suena un poco amateur en comparación con lo que los Stones harían más adelante con ese estilo, no está demasiado lejos de Factory Girl. Todas las características ya están presentes, incluído el acento sureño medio en joda de Jagger. Claramente esta primera incursión es en broma y así debe ser tomada, y para mayor deleite tiene otro sólo de armónica muy copado. Un tema que invita a acompañar con las palmas, imaginándote que estás en un baile campesino en un granero del sur de Tennesse.

La canción siguiente es Out Of Time. No sé como los yanquis se atrevieron a dejarla afuera, ya que debe estar entre los tres mejores temas pop de los Stones. Nuevamente suenan las marimbas, introduciendo el tema con una línea que llama la atención desde el primer momento, mientras el bajo marca el compás. Jagger empieza a cantarle a esa chica que ya no tiene posibilidades con él, que ya se le pasó el tiempo. La melodía vocal de los versos suena a Motown y de hecho el tema tranquilamente podría haber sido grabado por un artista soul de ese sello. Además de las marimbas escuchamos el espectacular trabajo de las guitarras rítmicas imitando esta forma musical a la perfección y un órgano de fondo. Lo mejor sin duda es el estribillo, donde Jagger y Cia. dan rienda suelta a su sensibilidad pop en una melodía antológica que parece creada por los compositores profesionales del Brill Building, y el resto de la banda (especialmente Keith) contribuyen con unos «pa- pa» en los coros que son un homenaje a la vez que una parodia velada, cantándolos levemente desfasados, en esa particular manera que tiene este grupo de hacer armonías. La versión incluída aquí dura más de cinco minutos, dos más que la que está en Flowers y en realidad esos minutos extras no se sienten porque está todo hecho con una calidad, con un profesionalismo que no hay un segundo de desperdicio. Si no tenés el Aftermath británico te recomiendo que consigas esta versión , porque más aquí equivale a mejor. Otro temazo a tener en cuenta.

It’s No Easy es un rockito cuyo ritmo debe mucho a Chuck Berry, y que incluye como elemento de color un órgano haciendo una base de shuffle que complementa las guitarras. La melodía de los versos es más bien genérica , sería el tema de este álbum que más se acerca a la «fórmula stone», pero el estribillo donde Mick y Keith contestan los «it’s haaaard» de Jagger con un «it’s no e-asy», se te queda rondando en la cabeza y te hace difícil olvidar la canción después que termina.

Aftermath está lleno de clásicos infravalorados, eso no es ninguna novedad, pero me pregunto porqué se ignora directamente a I Am Waiting. Una composición muy exótica para los Stones. La enigmática apertura de guitarra, los «i am wai-ting» cantados por los Glimmer Twins de esa forma casi sepulcral, el dulcimer desgranando los acordes, le otorgan a esta pista un ambiente sombrío pero a la vez de extraña resignación, de atmósfera relajada. Todo esto se ve quebrado en el estribillo, donde, a la Paint It, Black, irrumpe una melodía más enérgica con Jagger en impecable forma, Richards acompañando al final de cada frase con armonías y el bajo suministrando vitalidad antes de volver a los misteriosos versos. Esa combinación de «versos lentos-estribillo rítmico» está más que trillada e incluso en 1966 ya no era nada nueva, pero más allá de la belleza de la melodía que suena en la parte rápida, todo esa oscuridad que transmite este tema, oscuridad que no es opresiva, sino que incluso parece tranquila, confiere al disco un dramatismo que pocas veces se le oye a los Stones. Esta idea está muy lograda, es una prueba de la calidad como compositores a la que habían llegado Keith y Mick, y uno de los mejores temas de su discografía.

Take It Or Leave It es un pop más banal, lo que no quiere decir que sea malo, simplemente una muestra de lo que solía ser la música rock antes de que la experimentación, la distorsión y Oriente coparan la escena. Sobre acordes menores Jagger y Richards entonan juntos una melodía que me hace acordar a temas similares de los Beatles circa 1964, esas canciones a dúo que también mixturan una parte relajada con otra más vibrante onda No Reply. La base de los versos menores presenta guitarra acústica, órgano y una pandereta y en el puente los «just ta-ke it or lea-ve it» son doblados por la guitarra mientras la batería suena al frente de la mezcla. El estribillo consiste de unos «Uh-lalala-tatata-ta-lalalala» que suenan agradables, aunque a los fans del sonido más duro los enerven un poco. Este tema vendría a ser para Aftermath lo que Wait es para Rubber Soul, un tema más light para complacer a los entusiastas del pop sin pretensiones.

El penúltimo tema, Think, empieza en forma acústica hasta que un sonido conocido nos despierta el interés. Es la distorsión de la guitarra de Keith, que aquí emplea el mismo tono que se usó en Satisfaction, utilizado nuevamente para emular el sonido de instrumentos de viento. La canción también es otro highlight, un rock en la onda 19th Nervous Breakdown, oscuro, marchoso, con una melodía atrayente, en esa forma de entender el pop que sólo tienen los Stones, más sombría que sus contemporáneos. Ese peculiar estilo que hace que sus canciones si bien pertenecen y retratan a los sesenta, poseen una intensidad que les permite no envejecer y sonar más actuales que otras de la era. El tema también navega por distintos climas, reduciendo el vigor en el puente para recobrarlo con los «Think, Think» del estribillo que, junto con el bajo de Bill y la guitarra «Satisfaction» de Keith, son los atractivos principales de la pista.

El tema final es What To Do , y nuevamente nos encontramos con una canción pop convencional, para despedir el disco con algo más edulcorado que compense los puntos negros del álbum. La canción, que se inicia con un redoble de batería y está armada sobre el piano, me recuerda a los Beach Boys en ciertos momentos. Cierra el álbum con una nota alegre y optimista.

En fin, este disco tiene muchísimos aspectos a destacar. Es un trabajo muy variado, muy condimentado en la instrumentación, con una calidad en la creación de los temas que pone a los compositores del grupo en la misma liga que sus contemporáneos más importantes, un cuidado mayor en las letras y en general la idea que la banda se está acercando a su madurez, a su punto más creativo. En la actualidad se tiende a pasarlo por alto pero es un excelente álbum para apreciar la importancia de este grupo. El hecho de que temas como Mother’s Little Helper, Stupid Girl, Lady Jane, Under My Thumb, Goin’ Home, Flight 505, Out Of Time, I Am Waiting y Think estén en el mismo Lp habla por sí sólo del nivel de placer que puede brindar este trabajo.
Mi puntaje para Aftermath es un 9+, y no es un 10 sólo porque los propios Stones, junto con los Beatles y otras bandas, superarían este sobresaliente nivel en los años por venir.

Gregorio Caldentey.